jueves, 18 de junio de 2009

Última Conexión. De vuelta a casa


Bien amigos, esto se acaba y todos regresamos un poco a casa. También "El mundo sumergido" que tanto a puesto a prueba nuestra capacidad intelectual estas últimas semanas. Así que finalizamos por todo lo alto:

Probablemente la novela más importante de la literatura del país en que acabamos nuestro último viaje es un fenomenal y extenso libro, escrito por un tocayo del Bibliotecario de La Torre. Un hombre singular el autor del que hablamos, pues vivió casi noventa años, y tiene muchas conexiones sumergidas con nuestro país. Por ejemplo, publicó la versión definitiva de su romántica obra maestra, después de quince años escribiéndola, el mismo año en el que murió nuestro más grande romántico, el autor de "la canción del pirata". Y murió, de hecho, el mismo año en que un conocido autor nacional publicaba el primero de los "episodios nacionales" que iban a darle fama. Aún más, un año después de su muerte, un escritor de aquí de Granada, muy admirador suyo publicó la más popular de sus obras: El sombrero de tres picos. ¿De qué hablamos?

sábado, 13 de junio de 2009

Libros para no dormir



Hay libros que, en la mesilla de noche, son como píldoras para el insomnio. Lo sabemos. Son libros que nos perturbarán el sueño y nos harán sufrir; libros, cuyo terrorífico mensaje nos asediará tal vez toda la vida. Son libros de terror y pesadilla que, sin embargo, seguimos leyendo, generación tras generación, como si fuéramos una histérica hermandad de sádicos.

Aunque hay exagerados que quieren ver el nacimiento del género en la Divina Comedia de Dante, o incluso en el Dios temible del Antiguo Testamento, parece que el cultivo del "miedo literario" es más bien propio del S. XIX, cuando la industrialización y los avances científicos parecían controlar totalmente el mundo, y tan racionalista y previsible lo dejaron todo que cualquier elemento mínimamente inesperado que irrumpiera en nuestra vida la convertía en un infierno. Como es lógico fue en los países más industrializados donde más prolíferó la corriente terrorífica; por eso, los grandes maestros del género son todos anglosajones, porque fueron también ellos los primeros en verle las barbas al diablo (y también los primeros en reírse de lo mal que le quedaban: El fantasma de Canterville, de Oscar Wilde).

Edgar Allan Poe ( "Los crímenes de la calle Morgue"), Arthur Machen (Los tres impostores) y, sobre todo, H.P. Lovecraft (profeta de todo un ciclo de apocalípticas narraciones de horror cósmico en el que primitivas y olvidadas civilizaciones se infiltraban en la nuestra para aniquillarla) son los papás del género, y su mamá tal vez Erzebeth Bathory, La Condesa sangrienta, una espeluznante dama húngara que utilizaba lo último en cosmética para mantener su juventud, y que fue la pesadilla real de muchas jóvenes de su tiempo (en realidad toda la galería de monstruos que inicia Frankenstein y continúan Carmilla, la mujer vampiro y el propio Drácula, no son más que versiones comerciales de su historia).
También es reseñable la larga tradición británica de "novela gótica" u horror medieval, que nace con Horace Walpole y su Castillo de Otranto, y Lewis y El Monje, pero llega a su moménto de esplendor con Melmoth el errabundo, la gran novela de terror metafísico de Robert Maturin.
En español es sobre todo al otro lado del charco donde se han hecho las aportaciones más interesantes: Julio Cortázar (La rosa amarilla) o Carlos Fuentes (La niña reina), pero siempre con cierta propensión a la desmitificación y al cachondeo. Y es que, hoy en día, para qué engañarnos, la realidad es bastante más terrorífica que la ficción, por eso el género, sniff, está algo desprestigiado, o mejor dicho: no necesita de elementos metafísicos o de ultratumba para arrebatarnos el sueño. Y quién aún lo dude, que lea la última novela de Isaac Rosa: El País del miedo. De nada.

martes, 9 de junio de 2009

Conexiones fluviales



Continuamos con la serie de preguntas de investigación geográfico-literarias de "El Mundo Sumergido", que ya llega a su cuarta y casi última edición (aunque no os lo creáis, el fin de curso está llegando, amigos). Pero ahora es cuando, por los exámenes y ese rollo, las neuronas están más activas y, por tanto, no os costará apenas trabajo resolver el siguiente enigma:

Por el magiar país centro-europeo en el que nos sumergimos la última vez pasa el más importante y mítico de los ríos europeos (aunque no el más largo); un río que atraviesa Europa, de Alemania a Bulgaria, y que ha inspirado a poetas, músicos y aventureros de todo tipo. Acaso el más importante de los libros que se han escrito sobre él (y que se titula, de hecho, con su nombre), lo ha escrito un importante filólogo y literato (ganador del premio Príncipe de Asturias de las Letras 2004), nacido en 1939 en una emblemática ciudad europea que ha sido, según los acontecimientos históricos, austriaca, húngara, austro-húngara, alemana e italiana. En esa misma apasionante ciudad nació también en 1861 uno de los más importantes escritores mediterráneos, amigo de James Joyce, y autor de una genial novela influida por el psicoanálisis, publicada en 1923.
¿De qué ríos, ciudades, libros y autores estamos hablando?

miércoles, 3 de junio de 2009

Conexiones de ultratumba



Vamos con la tercera inmersión en el mundo sumergido, nuestra particular búsqueda de conexiones ocultas entre las diversas partes de la geografía terrena y ultraterrena. Como siempre se pide resolución completa de todas las incógnitas intermedias antes de dar por buena la respuesta. Agarráos donde bien podáis, que hoy va de espanto.


Bastantes kilómetros al sureste de la ciudad europea en la que hicimos nuestra última inmersión, se encuentra un país magiar en cuya capital nació el ganador de 2002 del Premio Nobel de Literatura. En el mismo país, pero tres siglos atrás vivió una aristocrática señora de extrañas costumbres, apellidada Bathory, cuya vida acabó trágicamente. Más conocida por un apelativo truculento, la vida de esta aristócrata ha tenido multitud de versiones literarias, una de las cuales fue escrita por una poetisa argentina que también acabó trágicamente su vida. ¿De quién hablamos?