martes, 27 de enero de 2009

Diez experiencias que cambiarán tu vida (y puedes encontrar en la Biblioteca)








Aquí van, así rapidito, diez libros que te van a hacer crecer de golpe varios centímetros, o al menos te van a dejar más cerca del paraíso. Eso seguro. Para no andarnos por las ramas: Tao Te Ching . Es el mejor libro del mundo. Nada va a ser igual después de leerlo, ni la cara del pescadero. Lo escribió Lao Tse, un sabio chino que, según la leyenda, pasó cien años en el vientre de su madre. Vamos, que nació ya anciano, y sabiendo tela. Si aún no lo has leido te estás perdiendo tu libro favorito.
Y de los griegos Sófocles, cuyo Edipo Rey machaca fácilmente cualquier "thriller" de acción de ahora.
Hay dos clásicos españoles que dejan con la boca abierta a quien los lea, ya sea de Riofrío o de Wisconsin: La Celestina, obra tal vez "demasiado humana" del judío español Fernando de Rojas, que escapó de la inquisición gracias a un divertido juego de adivinanzas; y Don Quijote de la Mancha de don Miguel de Cervantes, que recibió cañonazos de turcos y cornadas de hambre, y llegó a componer la más alta novela que han visto los siglos contando la historia de un chiflado en el país de la crueldad.
No hay que olvidarse tampoco de un misterioso hombrecillo inglés que empezó limpiando teatros y acabó escribiendo un puñado de obras fundamentales. Si tengo que destacar alguna diría El Rey Lear, la historia de un rey que tenía tres hijas... Sí, sí ¿a qué parece que empieza normalito? Pues ya veréis ya... Como ya habrá adivinado el lector atento se trata de William Shakespeare, que murió mirá tu por donde el 23 de Abril de 1616, el mismo día de Cervantes, al que no conocía de nada, por cierto. Dos genios con tanto en común y sin ni siquiera haberse saludado. Desde luego, no somos nadie...
Y de los franceses, Honoré de Balzac. Su Papá Goriot es la novela más desquiciadamente heroica que puedas echarte a la cara, como un puñetazo de rabia encima de una mesa coja.
Delgada como una anoréxica pero contundente como un guerrero sumo es La metamorfosis, del enfermizo oficinista checo Franz Kafka, que habla de cucarachas y de hombres, o de cómo los hombres podemos acabar como cucarachas.
Y por último un póker de ases: La conjura de los necios, de John Kenedy Toole, donde no hay ni un personaje al que no le falte un tornillo; el libro que da título a esta sección, El guardián entre el centeno, de J.D. Salinger, un tipo tímido y escurridizo al que nadie ha visto la cara jamás, y puede estar en cualquier parte. Quizá sea tu vecino. Y al fin, Farenheit 451 de Ray Bradbury, terrible parábola de un mundo sin libros, contra el que estamos dispuestos a enfrentarnos. Nuestra base de operaciones será la biblioteca. ¡Lectores del mundo, uníos!

1 comentario:

  1. Así no hay quién se resista...
    ...qué trailer vertiginoso, qué pantallazo de lecturas...
    ...contagiosamente tóxico...
    Gracias, mil gracias.

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